Si ha tomado una clase en casa con el instructor de Filadelfia, Austin Kanavins, sabe que se ha hecho... bueno... como en casa en lo que respecta a su estado físico.
Cuando le preguntamos cómo hizo la transición de la Red Room a la sala virtual, respondió, “¡Me encanta hacer ejercicio desde casa por la cantidad de tiempo que ahorra en mi día! El tiempo es el activo más valioso que existe, y poder realizar un entrenamiento desafiante y eficiente sin salir de casa me ha beneficiado en más de un sentido”.
Austin continúa, “Desde el punto de vista del coaching, disfruto impartiendo clases en casa para mostrar a los clientes que un gimnasio no es un lugar, más bien un estado de ánimo."
Wow, lee eso de nuevo, ¿quieres?
el se expande, “No importa si es el red room, su sala de estar o un trozo soleado de césped en el parque, su mentalidad debería ser la misma. Te comprometes con tu cuerpo y tu mente trabajando duro, siendo amable y divirtiéndote”.
Como si lo anterior no fuera suficiente… ¿la guinda del pastel? “Me ha encantado enseñar estas clases en línea porque me obliga a 2 o 3 entrenamientos por día, ¡y me he estado hinchando como una mierda!”
¿Quién dice que los entrenamientos en casa no son efectivos? Nosotros no.
