Ian Chan

Era bastante nerd y crecí con poco interés en las actividades deportivas. Después de la universidad, me uní a un gimnasio y mi amor por el fitness floreció después de participar en clases grupales de ejercicios. La adrenalina de tener tanta gente en clase junto con buena música era simplemente demasiado adictiva. Esta pasión finalmente me llevó a convertirme en un instructor de ejercicios grupales y nunca miré hacia atrás.

Me topé con las clases de Barry en Londres y Los Ángeles cuando estaba de visita y estaba revisando las clases grupales de acondicionamiento físico que aún no estaban disponibles en Singapur. Hacer ejercicio en el famoso Red Room con su música a todo volumen y su atmósfera de club realmente amplifica tus sentidos y me enganché de inmediato entrenando en un ambiente tan motivador. ¿Quién diría que terminaría enseñando en Barry's aquí en Singapur?